Analizando mi prototipo final de ABP con un DAFO

Termino mi cuaderno de aprendizaje sobre ABP con esta entrada final en la que analizamos nuestro proyecto mediante un DAFO. La necesidad de entregar esta tarea como actividad final me recuerda lo acertado que ha sido realizar este curso. Cuando pensamos en llevar a cabo metodologías nuevas que creemos que van a tener una buena aceptación entre nuestros alumnos, el ímpetu por ponerla en marcha rápido ciega un poco esa sosegada necesidad de planificación que todo escenario educativo requiere.
En ese sentido, el DAFO, clásico y efectivo método empresarial para analizar estratégicamente las decisiones dentro de una empresa, nos servirá a nosotros para conocer puntos fuertes y aspectos de mejora de nuestro proyecto.

ABP «Somos influencers. Cómo triunfar en redes sociales». Análisis DAFO
  1. Contexto. El ABP se realizaría dentro de la materia de Lengua para alumnos de 4º de ESO. Será una oportunidad fantástica para analizar las características de los textos publicitarios. El proyecto está configurado para un centro de secundaria de una localidad de quince mil habitantes de la provincia de Almería. El alumnado es heterogéneo, en su mayor parte de clase media y existe una alta cohesión dentro del grupo.
  2. Relación curricular. Además de los contenidos sobre la publicidad y los medios de comunicación apuntados, existe una correspondencia curricular con criterios de evaluación como el «escribir textos sencillos en relación con el ámbito de uso» o «valorar la importancia de la escritura como herramienta de desarrollo personal». Asimismo, avanzamos en competencias como la lingüística, la de aprender a aprender o la del sentido de la iniciativa y espíritu emprendedor entre otras.
  3. Secuenciación del proyecto. Este ABP se divide en 3 fases:
    Primera fase: 2 sesiones. Elección del motivo de la campaña, nombre, logotipo, eslogan, diseño del plan de acciones y creación de las cuentas de redes sociales.
    Segunda fase: 6 sesiones. Participación de distintos agentes comunitarios para dar su visión de los efectos de la publicidad. Redacción, diseño y lanzamiento de cada una de las acciones publicitarias, incluido un breve spot en vídeo.
    Tercera fase: 2 sesiones. Presentar la valoración de cada una de las acciones lanzadas y medir los resultados y sensaciones obtenidas por cada equipo.
  4. Como explicamos en una entrada anterior de este cuaderno de aprendizaje alcanzamos los tres ámbitos de la socialización rica:
  • Dentro del aula mediante el aprendizaje cooperativo. Creamos equipos publicitarios.
  • Fuera del aula. Convertimos este proyecto en multidisciplinar en coordinación con otros dos profesores del grupo, el de Inglés -para que la campaña publicitaria sea bilingüe- y el de economía -con el que estudiarán el impacto de la campaña mediante el análisis de las interacciones y difusión conseguida.
  • Hacia dentro del aula. Trataremos de contar con actores externos que vengan a clase para dar su visión del mundo de la publicidad y las redes sociales. Además, invitamos a los alumnos a entrevistar a actores reales del mundo laboral para conocer cómo gestionan sus redes sociales para la empresa.

5.Materiales y recursos humanos. Uso de smartphones o tabletas y grupos de al menos 3 alumnos.

6.Uso de las TIC. Smartphones, tabletas, aplicaciones de diseño gráfico y redes sociales son pieza indispensable del proyecto.

7.Evaluación. Nos marcamos 4 momentos clave de la evaluación que indicábamos en una infografía en una entrada anterior.

  • Evaluación inicial, mediante un foro inicial que nos sirva para la comprobación del nivel de partida de los alumnos con respecto a la publicidad y las redes sociales.
  • Momento 1 y momento 2 que se corresponde con la creación de la imagen de marca y la redacción y publicación de las entradas en los distintos perfiles de redes sociales. Será fundamental una evaluación formativa para guiar a los alumnos en el proceso de aprendizaje.
  • Momento 4. Presentación del producto final por parte de cada equipo donde nos explicarán los distintos procesos con sus dificultades y aciertos que les han llevado hasta ahí. Instrumentos como la observación diaria, el portafolio y el análisis de la evidencia final o producto serán herramientas clave para la evaluación del ABP.

8.Por la naturaleza del propio proceso será un proyecto con una alta difusión gracias a la presencia en redes sociales de todoas las evidencias de aprendizaje.

Rúbrica y línea de tiempo. La transparencia y el orden te facilitan la evaluación

A pesar de las ganas de desconectar y tomarse una cañita bien fría a la sombra del chiringuito, poner los últimos gramos de energía que me quedan después de un curso tan lago y atípico en realizar un curso de formación sobre ABP está mereciendo la pena (véase ABPMOOC_INTEF ABP). A pesar de que ya conocía y había practicado el trabajo por proyectos, los conocimientos y recursos que estoy sacando del curso amplían en mucho mis experiencias anteriores.

Uno de los puntos en los que creo que todavía me queda mucho margen de crecimiento es en la evaluación, como ya indicaba en una entrada anterior. Como consecuencia de ello he tratado de aplicar algunos de los consejos del curso a mi prototipo de ABP, «Somos influencers. Cómo triunfar en las redes sociales», un proyecto en el que trabajamos los textos publicitarios junto con una serie de criterios y competencias clave que ya expusimos con anterioridad.

Justificando ya el título de la entrada dejo dos infografías en las que expongo la utilidad de marcar una línea del tiempo con los momentos clave de la evaluación. La segunda infografía es una rúbrica que recoge las indicaciones que los alumnos tienen que seguir durante todo el proceso. Esas indicaciones sirven asimismo de elementos de valoración por lo que la claridad y justificia del proceso evaluativo queda lejos de toda duda.

Evaluación en el ABP. Cómo analizar los resultados del proyecto.

Una idea imaginativa suele ser un excelente punto de partida para diseñar un ABP. Por ejemplo, descubrir qué hay que hacer para triunfar en las redes sociales. Si además, somos capaces de presentársela a nuestros alumnos de manera atractiva mediante una pregunta guía estimulante, mucho mejor. Sin embargo, esto es solo un punto de partida. Para garantizar el éxito completo en nuestro ABP debemos analizar tanto los pasos necesarios para desarrollar el proyecto como los resultados finales del proceso. Es ahí donde tenemos que subrayar la importancia de la evaluación.

La creación de este prototipo de ABP descrito en anteriores entradas de este blog me ha brindado la oportunidad de analizar mi práctica evaluativa. Como docente, me encanta plantearme nuevas estrategias metodológicas que me permitan escapar de la rutina e incluso fantasear con los posibles escenarios que encontraré en el aula.

En cambio, todo ese entusiasmo y energía suele decaer cuando se trata de reflexionar sobre la evaluación. En ese punto solemos confiarnos a los esquemas prefijados por nuestro departamento que aceptamos como dogma. Con esto no quiero poner el foco sobre los demás, sino sobre uno mismo, ya que por dejadez o por pereza no exploro la forma de adaptar los criterios establecidos de común acuerdo a la situación de aprendizaje que con tanta motivación he diseñado.

La necesidad de realizar una introspección sobre mi trabajo diario en el aula me ha llevado a tratar de responderme a estas preguntas. Si estás leyendo este post, te invito a que hagas lo propio.

¿Cuáles son las prácticas de evaluación que utilizas en tu trabajo docente?
¿Qué estrategias de evaluación utilizas?
¿Qué tipo de evaluación te proporcionan?
¿Te permiten ver a los aprendices actuando o solo replicando una lección que previamente has explicado?
¿Te permiten valorar un buen número de competencias en tus estudiantes?
¿Qué nivel de satisfacción expresarías con tus estrategias de evaluación?
¿Quién evalúa en tu centro?: ¿los docentes exclusivamente?, ¿los docentes y el alumnado?, ¿otros agentes?
¿Qué se evalúa?: ¿sólo los contenidos propios de “saber”?, ¿también el “saber hacer”?, ¿actitudes?
¿Cuándo se evalúa?: ¿al final de cada unidad?, ¿al final de un número determinado de unidades?, ¿al final del trimestre?
¿Cómo se evalúa?: ¿con qué tipo de herramientas?, ¿exámenes escritos?, ¿exámenes orales?, ¿mediante plantillas de observación?, ¿mediante rúbricas?, ¿mediante portafolios?, ¿otros mecanismos?

Mi respuesta global a este cuestionario de instrospección me deja moderadamente satisfecho con mis prácticas evaluativas, ya que suelo ofrecer instrumentos variados: observación, portafolio o autoevaluación. Además, me gusta poner casi la misma atención en los procesos que en los productos resultantes de los mismos. No obstante, considero que tengo mucho margen de mejora en el manejo de ciertos instrumentos. Hay algunos que no he utilizado y me gustaría implantar.

En este último sentido, creo que la rúbrica es uno de los indicadores no solo más justos sino, sobre todo, más transparentes y formadores. La rúbrica permite al alumno tener, en todo momento, el control sobre el proceso de construcción del aprendizaje, conocer el nivel de exigencia, le facilita la mejora progresiva del producto final y puede prever o anticipar la calificación final que alcanzará en función del nivel de cumplimiento respecto a los planteamientos dados.

Ejemplo de plena integración de las TIC en un ABP de Lengua

Si ABP y nuevas metodologías van de la mano, qué podemos decir de estas últimas y las TIC. No podemos concebir innovación educativa sin pensar en las posibilidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías para implementar este tipo de proyectos.

En mi caso, aprovecho un prototipo de ABP sobre publicidad y redes sociales que quiero llevar a cabo en el próximo curso para recoger en una infografía el papel de las TIC en ese proyecto.

Un aspecto esencial en la aplicación de metodologías activas es el hecho de poder compartir y ampliar el aprendizaje, la socialización rica de la que hablamos en una entrada anterior. La mayor parte de experiencias ABP que conocía anteriormente aprovechaban las ventajas de esa socialización rica pero se limitaban a movimientos dentro del aula, es decir, aprendizaje cooperativo. En un primer boceto de este ABP ese iba a ser mi horizonte.

En cambio, mi participación en el curso de ABP de Aprende INTEF me ha animado a incluir a otros agentes en este proyecto. «Somos influencers. Cómo triunfar en redes sociales» va a ser un proceso compartido con otros dos compañeros de las materias de Inglés y Economía, que nos ayudarán a darle una perspectiva más holística a esta experiencia. Asimismo, invitaremos a los alumnos a entrevistar a personas de su entorno como influencers o profesionales del sector publicitario (responsables de imprenta o serigrafía) para conocer mejor el ámbito de la publicidad y de las redes sociales.

Competencia digital docente y la falacia de no volver a estudiar tras las oposiciones

Cuando un opositor a docente se encuentra en pleno proceso de preparación no deja de pensar en las ganas que tiene de aprobar y sacarse «su plaza».

En algunos casos, puede que esa obsesión venga de la necesidad de poner estabilidad laboral en su vida, pero en la mayoría, o al menos en mi caso personal, solía ser un momento de máxima saturación en el que no quería volver a saber nunca nada más de libros, manuales, estudios, memorizaciones o leyes educativas. Sin embargo, con la templanza de una meta ya superada, redescubres que nunca puedes dejar de aprender. Por otro lado, esa nueva visión más sosegada de la investigación académica es uno de los principales motivos por los que disfrutas de tu trabajo. Ese requisito constante de actualización no es algo exclusivo de la enseñanza, probablemente es inherente a todos los demás oficios.

Foto de Rafael González. Diario de Almería. Sala de estudios UAL.


La sociedad de transformación y evolución permanente en la que vivimos ha transformado esa inquietud por mejorar en una necesidad de primer orden para sobrevivir profesionalmente. Es ahí donde aparece el concepto de competencia digital docente. El curso 2019/2020 quedará siempre en el recuerdo como el año de la teledocencia, el de la enseñanza a distancia, el del confinamiento o el del google classroom. Diversas nomenclaturas relacionadas con una serie de necesidades, la de reciclarse, la de acercarse al alumno, la de individualizar el aprendizaje, la de valorar la retroalimentación y en definitiva la de adaptar las metodologías a la nueva realidad de los alumnos del siglo XXI.
Para poder alcanzar esas metas es preciso autoevaluarse y saber en qué medida eres capaz de manejarte en relación a una serie de descriptores que dan buena cuenta de tu destreza e inquietud por obtener una competencia digital docente adecuada.
¿Crees que estás al día con el manejo de la información y las herramientas necesarias para tu trabajo? ¿Cómo te puntuarías como profesor?

  • Capacidad para entender los códigos comunicativos propios de los contextos digitales y usarlos de forma eficiente para comunicarse en la Red.
  • Capacidad para participar en comunidades virtuales.
  • Capacidad para filtrar y clasificar la información de la web según los intereses.
  • Capacidad para crear y editar contenidos digitales.
  • Capacidad para compartir en la Red.
  • Capacidad para entender los aspectos legales y éticos relacionados con el uso de las TIC, así como los aspectos relacionados con la gestión de la privacidad y la seguridad.
  • Capacidad para crear y gestionar una identidad digital.
  • Capacidad para utilizar herramientas de trabajo colaborativo.
  • Capacidad para trabajar y expresarse de forma creativa con las TIC.
  • Capacidad para aprender de (y con) tecnologías digitales.

Socialización rica. Disfrutar compartiendo lo que aprendes.

En una entrada anterior del blog proponía un prototipo de ABP para la materia de Lengua: crear una campaña publicitaria. Para poner en marcha esa campaña, en primera instancia, empezamos por escoger un producto, servicio o valor institucional, decidir el nombre de marca, diseñar un logo y crear un eslogan. La segunda parte del proyecto se dirige a dar difusión a ese servicio por medio del lanzamiento de una campaña publicitaria para redes sociales. Como orientación y estímulo para el aprendizaje, ofrecemos dos premisas a nuestros alumnos:

  • Una pregunta guía: ¿quieres saber cómo triunfar en redes sociales?
  • Un producto final: la campaña en sí, el registro de entradas e interacciones generadas a través de las distintas redes sociales utilizadas para dar a conocer la marca, es decir, el análisis del impacto o difusión conseguido por cada equipo de alumnos durante el periodo estipulado para este proyecto (seguidores conseguidos, me gusta, comentarios, etc.).

  • En este post quiero ampliar la perspectiva de análisis comentando la importancia de la socialización rica en un ABP. La socialización rica pone énfasis en las ventajas de ampliar los límites individuales y espaciales del aprendizaje. Al diseñar un escenario educativo colectivo y comunitario multiplicamos la satisfacción y valoración que el alumno da a lo que aprende. La posibilidad de compartir impresiones, opiniones, dudas o logros durante el proceso de aprendizaje aumenta la significatividad del mismo y, sobre todo, proporciona una gran satisfacción al alumno al sentir que forma parte de un proceso grupal.
    La socialización rica puede englobar diferentes ámbitos:
  • Aprendizaje cooperativo. Cuando esta integrada exclusivamente en el entorno del aula, cada alumno asumen un rol y una responsabilidad con un fin compartido, conseguir un producto final satisfactorio o responder a la pregunta guía que da origen al ABP.
  • Abandonar los límites del aula. Cuando ampliamos el horizonte de colaboración a otras materias y damos la posibilidad de construir un aprendizaje más holístico e interdisciplinar.
  • Comunidad de aprendizaje. Cuando generamos una sinergia que permite involucrar a otros elementos de la comunidad o del entorno educativo, como instituciones, empresas, familias o asociaciones locales.
    En nuestro prototipo de ABP consideramos que la implicación de los tres movimientos de socialización rica pueden enriquecer enormemente el proyecto.
Poder compartir impresiones mientras aprende aumenta la motivación del alumno.
  1. La campaña publicitaria no tendría sentido si no se plantea desde el punto de vista del aprendizaje cooperativo. Para ello vamos a crear distintos equipos. Cada uno de esos equipos escoge un servicio o producto. Una vez formados, los miembros de cada grupo se distribuyen las distintas fases del proceso (nombre, logotipo, eslogan, acciones publicitarias, etc.) así como las redes sociales que se van a usar (instagram, facebook, twitter, pinterest, etc.).
  2. Interdisciplinariedad o movimiento hacia fuera. Una campaña publicitaria requiere de conocimientos y estrategias multidisciplinares. En este caso, aprovecharíamos para integrar en el proceso a dos compañeros de las materias de inglés (sería una campaña bilingüe) y de economía (podrían analizar de manera numérica y de rentabilidad las distintas el impacto conseguido con las distintas acciones y la propia campaña una vez finalizada).
  3. Movimiento hacia dentro del aula. La publicidad es una actividad plenamente normalizada e integrada en la rutina diaria de cualquier persona. Para hablar de la importancia y resultados de la publicidad invitaríamos a algún alumno del centro o joven del entorno cercano que haya conseguido muchos seguidores en alguna red social y nos cuente qué acciones realizó para ir creciendo. De ese modo podemos analizar los efectos de la publicidad. También contaríamos con un perfil más profesional como un representante de una imprenta que nos diese otra perspectiva de la publicidad. No obstante, la parte más activa de este proceso de socialización rica sería la de invitar a los alumnos a interesarse por asociaciones locales o conocer las principales necesidades de su entorno para crear una campaña orientada a contribuir por el bien comunitario. Ofrecemos esa perspectiva tan loable y visible del aprendizaje servicio.
    Cierro la entrada aportando los requisitos básicos para conocer o replicar este ABP. Si estás interesado en poner en marcha algo parecido estos son los datos para un «Proyecto Mínimo Viable»:
  4. Título. Somos influencers. Cómo triunfar en redes sociales.
  5. Perfil de los estudiantes: 4º de ESO (viable también para 1º de Bachillerato).
  6. Producto final. Perfiles en redes sociales creados para la campaña de redes sociales.
  7. Relación con el currículo. Entre otros criterios y competencias de la ESO para la materia:
  • Escribe textos en relación con el ámbito de uso
  • Valora la escritura como herramienta de desarrollo personal.
  • Competencias CCL y SIE.
  1. Fases de desarrollo.
    Primera fase: 2 sesiones. Elección del motivo de la campaña, nombre, logotipo, eslogan, diseño del plan de acciones y creación de las cuentas de redes sociales.
    Segunda fase: 6 sesiones. Participación de distintos agentes comunitarios para dar su visión de los efectos de la publicidad. Redacción, diseño y lanzamiento de cada una de las acciones publicitarias, incluido un breve spot en vídeo.
    Tercera fase: 2 sesiones. Presentar la valoración de cada una de las acciones lanzadas y medir los resultados y sensaciones obtenidas por cada equipo.
  2. Temporalización. 10 sesiones.
  3. Requisitos materiales y humanos. Uso de smartphones o tabletas y grupos de al menos 3 alumnos.

¿ABP o instrucciones directas? La curiosa incertidumbre frente al rigor de la situación «controlada»

Curiosidad y entusiasmo son las virtudes que todo profe sueña con encontrar en su aula. Sin embargo, esa vitalidad no se consigue a cambio de nada, para que los alumnos te regalen ese positivismo es necesario entregarles algo, una actividad que les motive y que ellos realmente valoren como útil. Estamos hablando de aprendizaje significativo.

Apostar por estrategias activas de aprendizaje como el ABP o la clase invertida supone asumir ciertos riesgos, pero quién nos garantiza que seguir haciendo lo mismo que se hacía hace 30 años no es mucho más arriesgado para la formación de nuestros alumnos.

Suele haber siempre bastante temor a la hora de plantear metodologías alternativas, que no dibujan un escenario seguro en el aula. Sin embargo, cuando decides subir a ese tren es un camino de una sola dirección.

Animo a todos los docentes a divertirse y divertir en el aula. Aprender no tiene que ser algo gris, hagamos sinestesia con nuestro trabajo y démosle color y sabor a nuestras clases.

¿Cómo se hace un ABP en Lengua?

Curiosidad y entusiasmo son las virtudes que todo profe sueña con encontrar en su aula. Sin embargo, esa vitalidad no se consigue a cambio de nada, para que los alumnos te regalen ese positivismo es necesario entregarles algo, una actividad que les motive y que ellos realmente valoren como útil. Estamos hablando de aprendizaje significativo.

El aprendizaje basado en proyectos (ABP) es una estrategia secuencial de aprendizaje significativo, es decir, una forma de aprender en la que los alumnos resuelven reto, un enigma o elaboran un producto final de gran valor para ellos tras llevar a cabo un amplio proceso de investigación. En el aprendizaje por proyectos lo más importante no es el producto o resultado final sino el proceso de aprendizaje y profundización que llevan a cabo los estudiantes.

¿Qué tiene que hacer un profesor para montar su UDI como un ABP? Lo explico con un ABP sobre la publicidad realizado con los alumnos de 4º de ESO.

Para trabajar los textos publicitarios planteé a los alumnos montar una campaña publicitaria con un objetivo principal: conseguir la mayor difusión posible.

Como factor motivacional extra contábamos con el viaje de estudios, por lo que podían aprovechar para crear esa campaña en torno a alguno de los productos que ellos mismos ofrecían para conseguir fondos. La campaña se basaría en varias etapas: elegir un producto, gama de productos o acción institucional (reciclaje, igualdad, protección del medio ambiente, etc.), reparto de roles, fijar el nombre de marca, creación de un eslogan, diseño de un logotipo, abrir un perfil de marca en instagram donde tendrían que ir realizando publicaciones periódicamente, crear carteles tipo «story» para promocionar la marca y realizar un spot en vídeo o en audio.

Finalmente, cada equipo tenía que exponer los datos de su campaña y cada miembro contar su experiencia publicitaria y el efecto de las acciones que había realizado cada uno. Independientemente de la nota que obtuvieran para la cual nos basábamos en la rúbrica, el equipo que alcanzaba una mayor repercursión medida a través de los contadores de interacciones de cada perfil, recibía una recompensa simbólica en forma de camiseta personalizada con el logo diseñado por ellos.

Llevar a la práctica un ABP requiere de una buena estructura de trabajo. El desarrollo de un ABP se divide en 3 fases:

  1. Preparación. Antes de comenzar es necesario tener claras las premisas de tu proyecto:
  • Un objetivo de aprendizaje bien definido: realizar una campaña publicitaria para conseguir el mayor número de likes e interacciones (difusión).
  • Pertinencia curricular: interrelación entre objetivos didácticos, contenidos, criterios, estándares y competencias clave.
  • Un producto final motivador: el perfil social de la marca o institución publicitada y los diferentes contenidos digitales generados para esa campaña.
  • Rúbrica para guiar el aprendizaje y medir los resultados.

2. Análisis. Hay una serie de indicadores que te van a ayudar a comprobar si el reto o problema que planteas a tus alumnos es eficaz:

  • Contextualización y adecuación. ¿Es un proyecto adecuado a su edad?¿despertará su interés?¿les servirá el aprendizaje alcanzado para conectarlo con otros proyectos?¿hemos establecido un plazo coherente para su realización? ¿es atractiva y significativa la forma de presentar el producto final?
  • Reto cognitivo y sociocultural ¿Van a tener que manejar diversas fuentes y discriminar la información?¿Tendrán que buscar respuestas en su entorno? ¿Intervienen agentes externos en el aprendizaje?
  • Estrategias de aprendizaje. ¿Hemos ofrecido recursos y herramientas útiles y variadas? ¿Presentamos ejemplos o modelos para que tomen referencia? ¿Somos capaces de adaptarnos a la forma de aprender de todos nuestros alumnos y buscamos soluciones para aquellos que puedan presentar dificultades o reticencias ante el proyecto?
  • Aprendizaje cooperativo. El aprendizaje cooperativo es la clave de un ABP eficaz y significativo. Para que una experiencia como esta funcione tenemos que convertirla en colectiva, que cuente con la implicación de toda la clase y demos la posibilidad de dar lo mejor de sí a cada alumno. Para ello formaremos equipos que garanticen la participación, responsabilidad y autonomía de todos ellos.
  • Socialización y TIC. Como acabamos de mencionar la socialización es un elemento clave del ABP, pero no solo entre compañeros sino con el entorno y toda la comunidad educativa, dando pie a entrevistas, investigaciones, grabaciones, fotografías, etc. Todo ello implica la elección de herramientas digitales adecuadas.

3. Revisión y evaluación.

En un ABP es necesario fomentar la autoevaluación. El nivel de exigencia del alumno crece cuando siente como propio el objeto de aprendizaje. Por ello creemos que es muy eficaz esa autoevaluación.

La revisión gradual del proyecto por parte del profesor, por ejemplo al final de cada una de las etapas establecidas, ayuda a detectar errores o dudas, solventarlas y elevar la calidad final del producto.

Otra de las claves para garantizar la mejor calidad evaluativa es establecer elementos diversos de análisis para primar la importancia del proceso sobre el resultado: observación permanente, anotaciones en el cuaderno del profesor, establecer como productos que pasen al portfolio los resultados de aprendizaje obtenidos al final de cada etapa pueden ser una buena manera de primar ese proceso.

Un planteamiento como el que describimos, como decimos, requiere de tiempo, recursos materiales y una gran planificación. De la planificación ya hemos hablado.

Para ganar algo de ese tiempo que tanto escasea en nuestras programaciones sugiero un enfoque invertido del aula, una estrategia de «flipped classroom». Para ello, tendremos nosotros que generar o seleccionar los contenidos necesarios para que el alumno de forma autónoma pueda consultarlos en casa y dedicar todas las sesiones «al proceso». Con ello, aumentamos la interactividad profesor-alumno y tenemos tiempo y atención para dinamizar el proceso.

En cuanto a los medios, aquí deberíamos contar con una buena sala de ordenadores o tabletas o pedir permiso para que permitieran que los alumnos usaran sus propios smartphones.

Te animo a que pruebes a plantear alguna de tus UD como ABP. Seguramente las calificaciones subirán, pero lo que te garantizo es que la significatividad y valoración de la experiencia no será comparable a la de ningún examen, por muy alta que fuera su nota.

Enseñar en cuarentena. Una oportunidad.

13 de marzo. La Delegación de Educación de nuestra comunidad ha decidido suspender las clases.

11:00. Se convoca un claustro de urgencia esa misma mañana para debatir sobre la mejor manera continuar con nuestra labor educativa. Por suerte, este mismo curso hemos instaurado G-Suite, todos los alumnos tienen correos educativos y contamos con la plataforma Google Classroom.

A partir de aquí, lo que viene es terreno ignoto para todos.

A penas quedaban dos semanas para el final del segundo trimestre cuando esta situación nos sorprendió. Mi ventaja con los alumnos más peques, los de 1º de ESO, es que ya veníamos trabajando las unidades didácticas mediante tareas integradas. Con los de 1º de Bachillerato fue distinto, la metodología era más estandarizada y nos quedaba un examen por realizar.

Las diferencias entre ambos enfoques se acrecentaron cuando comencé a enviar tareas a unos y a otros. La corrección de las tareas -productos finales- de los grupos de 1º de ESO me resultó mucho más llevadera e incluso amena. Por contra, la corrección de las presentaciones, redacciones y ejercicios del libro de texto que había mandado a los de bachiller fue de lo más tedioso e inabordable.

Fin del segundo trimestre. Algo tiene que cambiar. No sé si podré aguantar así tres meses más con 150 alumnos.

Los días de desconexión de Semana Santa me sirvieron para afianzarme en la convicción de enfocar el aprendizaje en base a tareas finales competenciales o mini proyectos.

A partir de ahí y, gracias sobre todo a la respuesta de los alumnos, que mostraron toda esa autonomía y responsabilidad que siempre les pedimos, todo fue sobre ruedas. Organicé lo que quedaba de curso por semanas y en cada semana les pedía que me entregaran productos acabados:

  • Un diario sonoro del confinamiento.
  • Un haiku en vídeo sobre lo que veían al otro lado de la ventana de su habitación.
  • Doblaje en Madlipz para que trabajasen los textos dialogados.
  • Una argumentación en vídeo acerca de la necesidad de respetar el confinamiento.
  • Una oda en vídeo dedicada a las actividades que les apasionan.
  • Un anuncio publicitario.

Mantener la comunicación a distancia con todo el alumnado requiere tiempo y frescura mental pero vale la pena. Te das cuenta de la importancia de la enseñanza individualizada y del efecto de una buena retroalimentación. En la corrección de las tareas, los alumnos no estaban esperando una calificación numérica, sino tu visión objetiva acerca del trabajo que te habían entregado, en pocas palabras, si te había gustado: ¿la generación del «like»? No, simplemente la necesidad de sentir el valor de aprender y de agradar.

Buscar formas alternativas para conectar con mi alumnado ha sido como realizar un máster intensivo en nuevas metodologías y, sobre todo, en nuevas formas de evaluar. Han sido bastantes horas de trabajo, muchísimas más de las que habría echado en condiciones normales pero, sin duda, ha merecido la pena. Creo que esta situación me ha hecho mejor profesor, me ha acercado más a mis alumnos.

Nos convertimos en publicistas. Creamos una campaña de publicidad.

La filosofía de trabajar por tareas competenciales en busca de un producto final se mantiene y reafirma en tiempos de educación a distancia. En este caso nos toca conocer y aplicar los textos publicitarios (esquema en vídeo en la entrada anterior). Además, este mini proyecto le da continuidad al de la semana anterior «Poesía y textos argumentativos. No son el lobo» en el que nuestros alumnos escribían un texto argumentativo y una oda («Textos argumentativos y poesía II») destacando la pasión que sienten hacia alguna actividad.

ÚLTIMO ESFUERZO STORY

Os cuento cómo les planteaba este proyecto parafraseando el enunciado de la actividad.

Ha llegado el momento de convertirse en publicista. La publicidad es un mundo mágico mediante el cual puedes hacer reír, llorar, sorprenderse o ilusionarse. Para conseguir despertar esas emociones en la gente jugamos con nuestra imaginación y la de las personas que ven esos anuncios. Sé que hay algunas cosas que os apasionan como ya me habéis demostrado con vuestro texto argumentativo y vuestra oda. Por eso, ahora quiero que hagáis que más personas se enamoren de esa actividad de la que tú me has hablado.
¿Cómo lo vas a hacer? Creando un atractivo cartel con canva que contenga al menos 2 ideas: LA ACTIVIDAD de la que hablas y UN ESLOGAN (ya lo tienes de la última actividad).
Para poder hacer esta tarea tendrás que entrar en canva.com (ya lo hemos usado otras veces) a través de la página web o de la aplicación para móviles. Sigue estos pasos.
1. Entra en canva (si nunca antes has entrado tendrás que crear una cuenta gratuita).
2. Pincha en el buscador de plantillas y escribe «anuncio para historia». Así se abren todas las plantillas que puedes usar para crear un cartel que si quieres puedes publicar como historia de instagram o facebook.
3. Escoge la plantilla que más te guste.
4. Sustituye el texto original por tu actividad y tu eslogan como vas a ver en el ejemplo que os dejo.
5. Sustituye la foto de la plantilla por una que se adapte al contenido de tu anuncio.
6. Descarga ese anuncio en pdf o jpg.
7. Entrega tu tarea.
Ánimo.